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SOBRE TIPOGRAFÍAS “BUENAS” Y “MALAS” Y SUS USOS: Breve historia de la Comic Sans
>> Por: Agustina Acosta >> Fecha: 14 mayo, 2014 >> Comisión: Jáuregui, Macherione, Begega >> Fuente: “Es mi tipo”, Simon Garfield / Fuck Stereotypes >> TP: Especimen
>> ¿Qué criterios usamos cuando decimos que una tipografía es buena, mala, fea, o una porquería? >> ¿Alguno de ustedes ha googleado alguna vez cual es la génesis de, la Comic Sans? Pequeña reflexión sobre su historia, su creación, sus usos y su posterior rechazo colectivo.
Durante la primera clase del TP2, en la
que llevamos nuestras familias tipográficas
para desarrollar el
especimen, surgieron, temas como la
versatilidad de las familias, sus variables,
aplicaciones, y la duda de qué
tipografía es “buena o “mala”. Y aquí es donde
comienza la historia que quiero contar.
Durante el verano estuve leyendo el libro
“Es mi tipo”, de Simon Garfield, que
cuenta diversas historias y anécdotas
sobre muchas familias tipográficas que
usamos corrientemente, sus empleos,
sus creadores, y sus usuarios. Es de fácil
lectura, amigable. El primer capítu-lo, como para romper el hielo, está dedicado
a la historia de una tipografía
que muchos en nuestro ámbito han de
despreciar: la Comic Sans.
Es así. La defenestración hacia la
Comic Sans se ha vuelto moneda corriente.
¿Pero alguien se ha detenido a
pensar qué es lo que nos llevó a ésto?¿Alguno ha googleado cual es la génesis
de nuestra “archienemiga”?
¿Con
qué criterios decimos que es una porquería?
Hago estas preguntas para reflexión.
Toda tipografía está diseñada
con un fin. Sí, incluso la Comic Sans.
Fue entregada al mundo con buena voluntad,
y su objetivo nunca fue el de esparcir
el odio. No.
Comic Sans fue diseñada en 1994 por
Connare. Como buen diseñador, él buscaba
solucionar un problema, para el
cual creó una nueva tipografía. Comic
Sans se globalizó luego de ser incluida
como fuente complementaria en Windows
95. A partir de esto, todo el mundo
pudo leerla y también utilizarla.
Al cambio de siglo, a la gente comenzó
a molestarle. De pronto Connare se vió
en el epicentro de una campaña de odio
cibernético. Apareció el grupo “Ban Comic
Sans” (prohíban la Comic Sans).
Connare fue inteligente y agradeció toda
la atención que había suscitado y dice:
“Si te encanta la Comic Sans, no sabés
mucho sobre tipografía. Si la odiás
igual”.